Sin sentido me encontré caminando este camino. Sin certeza, sin seguro de vida. En un paso me quedé pensando si Dios se acordaba de mí o simplemente me había borrado de su mente. El sentido de mi vida es claro, concreto, precioso. Pero mi sentido es erróneo, el sentido que yo le doy a mi camino aún no lo puedo encontrar. Creí que las cosas eran tan simples como cuando las nombraba, como cuando las planeaba y añoraba. Sin sentido llegué ayer a la puerta de mi vida. Miré hacia adentro, asomé más y más mi cabeza, abrí mis ojos y nada había. Sin certeza, sin seguro de vida. El llanto y la risa son casi lo mismo cada día, no logro distinguir la alegría que le da sentido a mi vida. ¿Existe esa alegría? Claro amiga, existe, solo está escondida. Sale para que mis piernas sigan, pero a veces mi corazón ni se entera, mi mente se nubla, mis ojos se ahogan y todo se hunde. Sin certeza, sin seguro de vida.Ayer encontré entre mis silencios, las palabras olvidadas que necesitaba